jueves, 12 de noviembre de 2009

DIBUJO INFANTIL: EL GARABATO

Garabato Descontrolado: En esta etapa empiezan los primeros trazos que aparentemente no tienen sentido. En esta etapa los garabatos no son intentos de reproducir el medio visual circundante, estos tienen como base el desarrollo físico y psicológico y no la intención de representar algo. El hecho de trazar líneas les resulta a los niños sumamente agradable, disfrutan del movimiento y de la actividad kinestésica que le representan sus garabatos.
Características de esta etapa: El niño deja trazos intencionales, carece de control visual sobre su mano, a menudo mira hacia otro lado mientras dibuja, los trazos varían de longitud y dirección, con frecuencia excede los límites del soporte gráfico, toma el utensilio de maneras diversas y suele ejercer mucha presión con él sobre el soporte.


Garabato Controlado: El niño descubre que hay vinculación entre sus movimientos y los trazos que ejecuta en el papel. Esto suele ocurrir unos seis meses después que ha comenzado a garabatear, es un paso muy importante, pues el niño descubre el control visual sobre los trazos que ejecuta, y representa una experiencia vital para él. En esta etapa los niños se dedican al garabateo con mayor entusiasmo, debido a que coordinan entre su desarrollo visual y motor, lo que lo estimula e induce a variar sus movimientos en forma horizontal.
Esta etapa llega hasta los tres años aproximadamente, y el niño va emergiendo en preferencias manuales, se inicia la verdadera integración visual y motriz, la cual se completa al llegar a las primeras etapas de la adolescencia.
Características: Los trazos del niño serán casi el doble de largos, en algunas ocasiones tratara de emplear colores en sus dibujos, llenan toda la pagina, ensayan métodos para sostener los lápices. Los garabatos son mucho más elaborados y en algunas ocasiones descubre ciertas relaciones entre lo dibujado y el ambiente. Los trazos toman una dirección impredecible.

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